Ante el toque de fondo de la campaña de la candidata Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz y el avance del gris candidato de Movimiento Ciudadano Álvarez Máynez en al menos los dos estados que gobierna el también denominado “PAN Naranja”, los focos rojos ya están encendidos en la campaña de la atribulada representante del PRIANRED.

Con “playlists” mediocres de spotify hechos por los becarios de MC, jingles hechos por las agencias de publicidad que trabajan con el Partido Naranja desde hace décadas y otras payasadas, el partido que ni es partido ni es movimiento ni es ciudadano, sino un llano y vil negocio, ha logrado posicionarse un poco entre sectores despolitizados de la población y no hablo únicamente de los jóvenes, a quienes no hay que echarles la culpa, sino a chavorrucos de mi edad y más grandes, dizque progres, pero en realidad bastante reaccionarios a quienes el “bukelismo socialdemócrata” (sic) de MC llama la atención.

Ahora la narrativa del partido de Dante Delgado será la de “caballo que alcanza gana” y no es todo gracias a un enorme mérito de Máynez, quién como candidato es una nulidad, sino por lo mala candidata que es Xóchitl, mucho peor que otros dos bufones de Acción Nacional en la historia inmediata: Ricardo Anaya, el hombre que no sabía comer un taco y Josefina Vázquez, la señora que se puso a hablar del “cuchi-cuchi” en plena campaña.

Como existe un sector despolitizado, que, usando el lenguaje de redes sociales, le gusta subirse al “tren del mame” y la percepción, ahora sustentada hasta por ejercicios menos rigurosos como los ejercicios de simulación de elecciones en universidades, Gálvez podría caer aún más y entrar en serios aprietos en la recta final.  La guerra de narrativas por el segundo lugar ya la ganó MC.