“No hay más que tres formas de tratar con un chantajista: se le paga y se le sigue pagando hasta que se queda uno sin un céntimo; o se llama a la policía y que se haga público el secreto que quería uno guardar; o se le mata [en sentido figurado, claro está]”.

PELÍCULA ‘LA MUJER DEL CUADRO’

Cero y van tres… o más. Hemos perdido la cuenta de las veces que Arturo Zaldívar le arrebata la narrativa a Claudia Sheinbaum. Si en algún momento la candidata oficial a la Presidencia de la República pensó que teniendo al ministro en retiro le ayudaría, a estas alturas debe de estar muy arrepentida (algo similar deben de estar pensando Ciro Gómez Leyva y el cuerpo directivo de Grupo Fórmula, por cierto).

Meses antes de que Zaldívar se incorporara al equipo de la corcholata, osé externar mi opinión: dije, “si yo fuera Claudia, no sumaría a ese lastre”. Y ya ven, hoy el constitucionalista es el mejor “propagandista” de… Xóchitl.

Cero y van varias; todas las veces que Zaldívar ha sido exhibido —y con justa razón— de manipular, extorsionar, chantajear, manejar o presionar para que la justicia deje de ser justa. ¿Y él es el que está encabezando la propuesta de reforma al Poder Judicial de Sheinbaum? ¡Vaya farsa!

Cero y van varias. Zaldívar ha eclipsado la campaña de Claudia. Nuevamente esta semana y la que sigue se hablará de él. A 21 días de las elecciones esto solo pueden ser malas noticias para ella.

En esta última ocasión, el periodista y conductor Enrique Acevedo presentó material donde se exhiben las presiones que Carlos Alpízar, mano derecha de Zaldívar (cuando este era presidente de la Suprema Corte), ejercía sobre jueces y magistrados a fin de obtener resoluciones favorables. Jugando a la política, en lugar a ser un abogado honorable, Zaldívar de inmediato acusó a la ministra presidenta Norma Piña de filtrar los audios donde se escucha a los cercanos del exministro extorsionar a jueces y magistrados. ¡Que conste en actas, no negó la veracidad de las grabaciones!, solo le enojó que se filtraran...

Mas no contaba con que en el mismo programa en vivo, Omar Sánchez Tagle, director de noticieros Televisa, le dijera que está equivocado, pues quien dio las grabaciones a Televisa, fue el exjuez y hoy magistrado Alberto Roldán. Este, en una de tantas reuniones de extorsión a la que fue citado por la oficina del ministro en retiro, introdujo un micrófono con la que grabó la conversación (los celulares los tenían que dejar en la puerta).

Por supuesto, Zaldívar dice que esto es politiquería. Si lo que quiere es echar pleito, debería empezar por echárselo al mismísimo López Obrador. Recordemos que fue el inquilino de Palacio quien primero aceptó que el hoy exministro y expresidente de la SCJN le “ayudaba a influir en los jueces”. Esto lo dijo el primer mandatario en febrero de este año, cuando desde su mañanera espetó: “respetuosamente interveníamos”.

En abril se supo de una investigación que se realizaba dentro de la SCJN para tener los elementos y evidencias del tráfico de influencias realizadas en la égida de Zaldívar mientras fue presidente del tribunal máximo. En ese entonces Claudia Sheinbaum dijo que “investigar a Zaldívar no ayuda a México”.

Yo digo que se lo debería repensar y rápido alejarlo de su campaña. Y es que en los audios exhibidos se dan instrucciones para modificar resoluciones por órdenes de Zaldívar y se extorsionaba a magistrados y jueces. Nada más y nada menos que el más amplio esquema de corrupción —y para corromper—.

Un dilema el de la candidata oficialista. Y quizá explique el porqué lo mantiene el hecho de que, dejar el cabo suelto, significaría la posibilidad de que Zaldívar sea el primero en terminar de destapar la cloaca de toda la corrupción del obradorato. Como si faltaran, otra imposición e indicación expresa del inquilino de Palacio. Expresión máxima de la guerra a muerte entre Zaldívar y Alejandro Gertz Manero…

Pero mientras se hacen sesudas —y no tan sesudas— cábalas, hay dos cosas que quedan de manifiesto: (1) Zaldívar es el epítome de la corrupción y la extorsión en el Poder Judicial; (2) Zaldívar es el mejor aliado de Xóchitl, expresión del nivel de corrupción que con él (y otros) anida en la 4t.

Giros de la Perinola

- La austeridad republicana de Arturo Zaldívar y del ex extorsionador a sueldo ahora incluye una pensión mensual de 192,000 pesos.

- A mayor tiempo mantenga Claudia Sheinbaum en su campaña a Zaldívar, mayor la percepción de que protege y promueve a una persona corrupta. ¿Permitiendo la impunidad, doña Claudia? ¿También comparte sus estrategias de extorsión? ¿O es que está siendo extorsionada?

- La doble “moral” de la 4t. Cuando se trata de cuidar los datos privados de los opositores, estos se exponen sin pudor. Vamos, ¡hasta un sitio especial construye el gobierno en internet! Pero cuando se trata de los datos personales de los delincuentes, se protegen. Una peor: si se quiere conocer los costos del AIFA, Dos Bocas, Tren Maya, etcétera, se reserva la información por años. Si se requiere saber con qué estaba contaminada el agua en la CDMX, simplemente se reservan los resultados de los análisis. ¿Qué esconden?

- Pregunta: ¿por qué le permiten los comunicólogos a Zaldivar continuar participando en sus programas?, ¿por qué se permite a una persona corrupta continuar desinformando, mintiendo y engañando?